Los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki fueron
ataques nucleares ordenados por Harry Truman, Presidente de los Estados Unidos,
contra el Imperio de Japón. Los ataques se efectuaron el 6 y el 9 de agosto de
1945, y pusieron el punto final a la Segunda Guerra Mundial. Después de seis
meses de intenso bombardeo de otras 67 ciudades, el arma nuclear Little Boy fue soltada sobre Hiroshima
el lunes 6 de agosto de 1945, seguida por la detonación de la bomba Fat Man el jueves 9 de agosto sobre
Nagasaki. Hasta la fecha estos bombardeos constituyen los únicos ataques
nucleares de la historia.
Se estima que hacia finales de 1945, las bombas habían
matado a 140.000 personas en Hiroshima y 80.000 en Nagasaki, aunque sólo la
mitad había fallecido los días de los bombardeos. Entre las víctimas, del 15 al
20% murieron por lesiones o enfermedades atribuidas al envenenamiento por
radiación. Desde entonces, algunas otras personas han fallecido de leucemia
(231 casos observados) y distintos cánceres (334 observados) atribuidos a la
exposición a la radiación liberada por las bombas. En ambas ciudades, la gran
mayoría de las muertes fueron de civiles.
Seis días después de la detonación sobre Nagasaki, el 15 de
agosto, Japón anunció su rendición incondicional frente a los «Aliados»,
haciéndose formal el 2 de septiembre con la firma del acta de capitulación. Con
la rendición de Japón concluyó la Guerra del Pacífico y por tanto, la Segunda
Guerra Mundial.
Al finalizar la guerra, Japón fue ocupado por fuerzas
aliadas lideradas por los Estados Unidos con contribuciones de Australia, la
India británica, el Reino Unido y Nueva Zelanda, además de que adoptó los «Tres
principios no nucleares», lo que prohibía a Japón tener armamento nuclear.
Después de la Primera Guerra Mundial no parecía probable un
enfrentamiento entre Japón, los Estados Unidos y las naciones coloniales
europeas, como potencias aliadas en el pasado contra el colonialismo
expansionista alemán en el Pacífico. Sin embargo, en 1922 los japoneses se
sintieron ofendidos por el Tratado Naval de Washington, que limitaba el número
de navíos que podían poseer, y que aseguraba la primacía naval de las flotas
estadounidense y británica. Además, Japón se sentía agraviado por el hecho de
que las potencias europeas ocuparan territorios dentro de lo que consideraba su
esfera de influencia, por lo que en 1937 se tomó la decisión de invadir China,
conflicto que duraría 8 años. El Príncipe Konoye fue nombrado Primer Ministro
en 1940 e integró en su gabinete a Hideki Tōjō y Yōsuke Matsuoka, defensores
acérrimos de la expansión de Japón por la fuerza. Para finales de ese mismo
año, Japón firmó el Pacto Tripartito con Alemania e Italia, lo que alineaba a
Japón con las «Potencias del Eje».
Con la clara intención de establecer la llamada «Gran Esfera
de coprosperidad del este de Asia», en julio de 1941 Japón introdujo sus tropas
en el sur de Indochina, territorio controlado por Francia, por lo que Estados
Unidos decidió tomar represalias, las cuales consistieron en embargos
comerciales y la reducción del suministro de petróleo al país en un 90%. Debido
a estas sanciones, así como las impuestas por británicos y neerlandeses, el
comercio exterior de Japón disminuyó en un 75%.
El 5 de noviembre el Emperador Hirohito y el gobierno
japonés decidieron declarar la guerra a los Estados Unidos si no se levantaba
el embargo petrolero para finales de mes. El 7 de diciembre la Primera flota
japonesa lanzó un ataque aéreo masivo sobre Pearl Harbor, por lo que al día
siguiente, el 8 de diciembre, el Congreso de los Estados Unidos declaró la
guerra a Japón como respuesta a la solicitud después del famoso discurso:
Ayer, 7 de diciembre de 1941 -una fecha que vivirá en la infamia- los Estados Unidos de América fueron atacados repentina y deliberadamente por las fuerzas aéreas y navales del Imperio de Japón.
Franklin Delano Roosevelt.
El ataque a Pearl Harbor se llevó a cabo tan sólo un día
después de que Roosevelt autorizara un proyecto secreto conocido como Manhattan
Engineering District, que finalmente se denominó Proyecto Manhattan.
Hiroshima.
En el momento del bombardeo Hiroshima era una ciudad de
cierta importancia industrial y militar. Algunos campamentos militares se
encontraban en los alrededores, incluyendo los cuarteles generales de la Quinta
División y los del Segundo Ejército General del Mariscal de Campo Hata
Shunroku, quien comandaba la defensa de toda la parte sur del país. Hiroshima
era una base de abastecimiento y logística menor para la milicia japonesa. La
ciudad era un centro de comunicación, lugar de almacenamiento y un área de
reunión para las tropas. Fue una de las ciudades japonesas que fueron
deliberadamente preservadas de los bombardeos aliados con el fin de poder
efectuar posteriormente una evaluación precisa de los daños causados por la
bomba atómica.
El centro de la ciudad tenía varios edificios reforzados de
hormigón así como estructuras más livianas. Fuera del centro el área estaba
repleta por pequeños talleres de madera ubicados entre los hogares japoneses.
Algunas plantas industriales se encontraban en las afueras de la ciudad. Las
casas eran de madera con pisos de teja y también muchos edificios industriales
tenían armazón de madera, por lo que toda la ciudad en su conjunto era
altamente susceptible a daños por incendios.
La población de Hiroshima había alcanzado la cifra máxima de
381.000 antes de la guerra, pero antes del bombardeo la población había
disminuido regularmente debido a evacuaciones sistemáticas ordenadas por el
gobierno japonés. En el momento del ataque se estima que había aproximadamente
255.000 personas. Esta cifra se basa en los datos de la población registrada
según el cómputo de raciones así como la estimación adicional de trabajadores y
soldados que fueron enviados a la ciudad.
El Enola Gay.
Hiroshima fue el objetivo primario del primer bombardeo
atómico seguido de Kokura y Nagasaki como objetivos alternativos. La fecha del
6 de agosto se eligió porque anteriormente la ciudad había estado cubierta por
nubes. El B-29 Enola Gay, perteneciente al Escuadrón de Bombardeo 393d,
pilotado y comandado por el Coronel Paul Tibbets, despegó desde la base aérea
de North Field, en Tinian, y realizó un viaje de aproximadamente seis horas de
vuelo hasta Japón. El Enola Gay fue acompañado por otros dos B-29 durante su
viaje, el The Great Artiste, que llevaba instrumentos de medida, y el #91, que más
tarde fue renombrado como Necessary Evil y que tenía labores de fotografía.
Después de salir de Tinian, el Enola Gay viajó por separado
hacia Iwo Jima, donde se reunió a 2.440 metros de altura con los bombarderos
auxiliares, tomando rumbo hacia Japón. La aeronave arribó al objetivo con clara
visibilidad a los 9.855 m. Durante el viaje, el Capitán de la Armada William
Parsons armó la bomba, ya que se había desactivado para minimizar el riesgo de
explosión durante el despegue. Su asistente, el Subteniente Morris Jeppson,
quitó los dispositivos de seguridad treinta minutos antes de llegar al
objetivo.
Alrededor de las 7:00 de la mañana el sistema de radares
japoneses de alerta temprana detectó a las naves estadounidenses aproximándose
desde la parte sur de Japón, por lo que se emitió una alerta a distintas
ciudades, entre ellas Hiroshima. Un avión climatológico sobrevoló la ciudad y
al no ver signos de los bombarderos, los habitantes decidieron continuar sus
actividades diarias. Cerca de las 8:00 de la mañana el radar detectó nuevamente
los B-29 acercándose a la ciudad, por lo que las estaciones de radio emitieron
la advertencia para que los habitantes se refugiaran, pero muchos la ignoraron.
La explosión de a bomba.
La bomba Little Boy fue arrojada a las 08:15 horas de
Hiroshima y alcanzó en 55 segundos la altura determinada para su explosión,
aproximadamente 600 metros sobre la ciudad. Debido a vientos laterales falló el
blanco principal, el puente Aioi, por casi 244 metros, detonando justo encima
de la Clínica quirúrgica de Shima. La detonación creó una explosión equivalente
a 13 kilotones de TNT, a pesar de que el arma con U-235 se consideraba muy
ineficiente pues sólo se fisionaba el 1.38% de su material. Se estima que
instantáneamente la temperatura se elevó a más de un millón de grados
centígrados, lo que incendió el aire circundante, creando una bola de fuego de
256 metros de diámetro aproximadamente. En menos de un segundo la bola se
expandió a 274 metros.
Mientras el Enola Gay se alejaba a toda velocidad de la
ciudad, el Capitán Robert Lewis, copiloto del bombardero (Paul Tibbets),
comentó: «Dios mío ¿Qué hemos hecho?». Bob Caron, artillero de cola del Enola
Gay describió así la escena:
«Una columna de humo asciende rápidamente. Su centro muestra un terrible color rojo. Todo es pura turbulencia. Es una masa burbujeante gris violácea, con un núcleo rojo. Todo es pura turbulencia. Los incendios se extienden por todas partes como llamas que surgiesen de un enorme lecho de brasas. Comienzo a contar los incendios. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... catorce, quince... es imposible. Son demasiados para poder contarlos. Aquí llega la forma de hongo de la que nos habló el capitán Parsons. Viene hacia aquí. Es como una masa de melaza burbujeante. El hongo se extiende. Puede que tenga mil quinientos o quizá tres mil metros de anchura y unos ochocientos de altura. Crece más y más. Está casi a nuestro nivel y sigue ascendiendo. Es muy negro, pero muestra cierto tinte violáceo muy extraño. La base del hongo se parece a una densa niebla atravesada con un lanzallamas. La ciudad debe estar abajo de todo eso. Las llamas y el humo se están hinchando y se arremolinan alrededor de las estribaciones. Las colinas están desapareciendo bajo el humo. Todo cuanto veo ahora de la ciudad es el muelle principal y lo que parece ser un campo de aviación».
Bob Caron, artillero de cola/fotógrafo del Enola Gay.
La explosión rompió los vidrios de las ventanas de edificios
localizados a una distancia de 16 kilómetros y pudo sentirse hasta 59
kilómetros de distancia.
Alrededor de treinta minutos después comenzó un efecto
extraño: empezó a caer una lluvia de color negro al noroeste de la ciudad. Esta
«lluvia negra» estaba llena de suciedad, polvo, hollín, así como partículas
altamente radioactivas, lo que ocasionó contaminación aun en zonas remotas.
El radio de total destrucción fue de 1,6 kilómetros, provocando
incendios en 11,4 km2. Los estadounidenses estimaron que 12,1 km2
de la ciudad fueron destruidos. Autoridades japonesas estimaron que el 69% de
los edificios de Hiroshima fueron destruidos y otro 6-7% resultó dañado.
A pesar de que aviones estadounidenses habían lanzado
previamente panfletos advirtiendo a los civiles de bombardeos aéreos en otras
12 ciudades, los residentes de Hiroshima nunca fueron advertidos de un ataque
nuclear. Entre 70.000 y 80.000 personas, cerca del 30% de la población de
Hiroshima murió instantáneamente, mientras que otras 70.000 resultaron heridas.
Cerca del 90% de los doctores y el 93% de las enfermeras que se encontraban en
Hiroshima murieron o resultaron heridos, ya que la mayoría se encontraba en el
centro de la ciudad, área que recibió el mayor daño.
Bombardeo a Nagasaki.
La ciudad de Nagasaki había sido uno de los puertos más
grandes en la parte sur de Japón y tuvo gran importancia durante la guerra por
su gran actividad industrial, incluyendo la producción de artillería, barcos,
equipo militar, así como otros materiales de guerra.
En contraste con el aspecto moderno de Hiroshima, la mayoría
de los hogares eran de tipo antiguo: edificios de madera en su totalidad y piso
de azulejo. Muchas de las pequeñas industrias también estaban alojadas en
edificios de madera y no contaban con la infraestructura necesaria en caso de
explosión. Debido a que la ciudad creció sin un ordenamiento ni planificación
adecuada, era común encontrar hogares adyacentes a fábricas a lo largo de todo
el valle.
Nagasaki nunca sufrió un bombardeo a gran escala antes de la
explosión nuclear, aunque el primero de agosto de 1945 algunas bombas fueron
arrojadas sobre la ciudad. Algunas de ellas dieron en astilleros y puertos de
la parte suroeste de la ciudad, otras hicieron blanco en la fábrica de
Mitsubishi y seis de ellas cayeron sobre la Escuela Médica y Hospital de
Nagasaki. A pesar de que el daño se puede considerar como reducido, el
bombardeo creó preocupación entre los habitantes y mucha gente, especialmente
niños, fueron evacuados hacia las zonas rurales.
Durante la mañana del 9 de agosto de 1945, el B-29 Bockscar,
pilotado por el Mayor Charles W. Sweeney, transportó el arma nuclear llamada
Fat Man con la intención de lanzarla sobre Kokura como blanco principal y
Nagasaki como objetivo secundario. El plan para esta misión fue prácticamente
idéntico al de Hiroshima: Dos B-29 volando una hora antes sobre el objetivo con
la finalidad de hacer el reconocimiento de las condiciones climáticas y dos
B-29 más acompañando el bombardero con instrumentación. Sweeny despegó con la
bomba armada, aunque con los seguros eléctricos puestos.
Los B-29 enviados como observadores climatológicos
informaron que ambos objetivos estaban despejados. El bombardero Bockscar
arribó al punto de reunión pero la tercera aeronave, Big Stink, no logró unirse
tempranamente a la misión, por lo que el bombardero y la aeronave de
instrumentación tuvieron que volar en círculos durante cuarenta minutos
esperando a la aeronave retrasada. Con treinta minutos de retraso, Sweeney
decidió continuar la misión sin el avión ausente.
Cuando llegaron a Kokura la ciudad estaba cubierta en un 70%
por nubes, que la oscurecían. Después de pasar tres veces por encima y con el
combustible consumiéndose y en un nivel bastante bajo debido a un desperfecto
en una de las bombas de un motor, decidieron ir por el objetivo secundario, la
ciudad de Nagasaki. El cálculo del consumo de gasolina indicaba que el bombardero
no tendría suficiente combustible como para llegar hasta Iwo Jima y se verían
obligados a desviarse hacia Okinawa. Se decidió primeramente que si Nagasaki
presentaba las mismas condiciones climáticas, entonces regresarían con la bomba
a Okinawa y tratarían de desecharla en el mar, aunque posteriormente el
Comandante Frederick Ashworth decidió que se utilizaría el radar si el objetivo
no era visible.
Alrededor de las 07:50, la alerta de bombardeo aéreo sonó en
la ciudad pero a las 8:30 se emitió la señal de que el peligro se había
alejado. Cuando se avistaron los dos B-29 a las 10:53, autoridades japonesas
estimaron que las aeronaves sólo tendrían labores de reconocimiento por lo que
no se emitió alarma alguna.
Pocos minutos después, a las 11:00, desde el The Great
Artiste se lanzaron instrumentos de medida atados a tres paracaídas. Junto con
los instrumentos se envió una carta sin firmar dirigida al profesor Ryokichi
Sagane, un físico nuclear de la Universidad de Tokio quien estudió con tres de
los científicos responsables de desarrollar el arma nuclear. El objetivo de
dicha misiva era pedirle que le dijera al Estado Mayor japonés el daño que
involucraban estas armas de destrucción masiva, además de que hiciera todo lo
que estuviera a su alcance para convencer a las autoridades del país de
terminar la guerra. Aunque los mensajes fueron encontrados por autoridades
militares, el profesor Sagane no fue avisado sino hasta un mes después. En 1949
uno de los autores de la carta, Luis Walter Álvarez, se entrevistó con Sagane y
firmó el documento.
De último minuto se abrió una brecha entre las nubes, lo que
permitió al Capitán Kermit Beahan tener contacto visual con el objetivo como
había sido ordenado, por lo que la bomba fue liberada a las 11:01. Cuarenta y
tres segundos después la bomba hizo explosión a 469 metros de altura sobre la
ciudad y a casi 3 km de distancia del hipocentro planeado originalmente. La
explosión se confinó al Valle Urakami y la mayor parte de la ciudad fue
protegida por las colinas cercanas. La explosión resultante tuvo una detonación
equivalente a 22 kilotones y generó una temperatura estimada de 3.900 grados
Celsius y vientos de 1.005 km/h.
Se estima que inmediatamente fallecieron entre 40.000 y
75.000 personas, mientras que el total de decesos para finales de 1945 alcanzó
los 80.000.
El radio total de destrucción fue de 1,6 km y se extendieron
incendios en la parte norte de la ciudad hasta una distancia de 3,2 km del
hipocentro. A diferencia de Hiroshima, en Nagasaki no tuvo lugar la «lluvia
negra» y aunque sus efectos fueron más devastadores en el área inmediata del
hipocentro, la topografía del lugar evitó que el radio de destrucción fuera
mayor. Se calcula que el porcentaje de estructuras y edificios destruidos estuvo
en el orden del 40%, incluyendo el estadio, hogares, hospitales y escuelas.
Un número desconocido de supervivientes de Hiroshima se
había trasladado hasta Nagasaki, donde nuevamente fueron bombardeados.
La rendición.
El día 2 de Septiembre de 1945, se hizo oficial la rendición del Imperio japonés, abordo del USS Missouri, dada por finalizada la Guerra del Pacífico y por consecuente, La Segunda Guerra Mundial.
Les dejo con una simple pregunta, ¿por qué el hombre en lugar de discutir y tratar de solucionar sus problemas sólo usa las armas para ahorrarse todo eso? ¿Por qué no podemos cambiar nuestra ideología? Eso quedará a su criterio.
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