De la Edad Media al inicio del mundo moderno.

El tiempo transcurrido entre la caída del Imperio romano de Occidente (476 d. de C., siglo V) y la caída del Imperio romano de Oriente Imperio bizantino (1453 d. de C., siglo XV), es el periodo correspondiente a la Edad Media en Europa.

La Edad Media comprende cerca de mil años de historia y, tradicionalmente, se divide en Alta Edad Media ( del siglo V al X) y Baja Edad Media (del siglo XI al XV). Esta división en dos partes se efectúa porque hacia el siglo X aparecieron nuevas formas de vida, comercio y producción.

El proceso más importante de la Edad Media fue la expansión del cristianismo. El primer centro de esta expansión fue Constantinopla (hoy Estambul, Turquía), la capital del Imperio bizantino. A Constantinopla le sucedería Roma.

El nombre ''Edad Media'' fue dado por lo hombres del Renacimiento, quienes consideraron este periodo como de oscuridad, pues durante él se habían detenido los progresos científicos, técnicos y culturales alcanzados por los griegos y romanos.

Esta interpretación no es del todo correcta, porque en los diez siglos que comprendió la Edad Media también se generaron ideas nuevas como la no violencia, la piedad y la solidaridad cristianas y se registraron avences relacionados con el uso del fuego, el vidrio, la navegación y la imprenta.

Los pueblos bárbaros o germanos que atacaron al Imperio romano también se cristianizaron. Y no sólo eso, conservaron las formas las formas económicas, las leyes y las instituciones romanas.

Para los siglos VII y VIII, el cristianismo se había expandido en Oriente y Occidente. Sin embargo, en algunas zonas, los musulmanes, quienes profesaban la religión musulmana o islámica fundada por Mahoma en el año 622, detuvieron este proceso. En sólo cien años, los musulmanes ocuparon parte de lo que había sido el Imperio romano y muchas regiones de África y Asia oriental (India, China e Indonesia).

Los musulmanes conquistaron la mayor parte de España, pero los francos, uno de los reinos germánicos, los detuvieron en el sur de Francia y los obligaron a retroceder. El día de Navidad del año 800, el franco Carlomagno fue coronado ''emperador de los romanos'' por el Papa en Roma. Esta parte de separó del Imperio bizantino y se conoció como Imperio carolingio.

Carlomagno y la dinastíia carolingia eran sumamente cristianos y quisieron que su imperio fusionara tres tradiciones europeas: la romana, la germánica y la cristiana. Al mismo tiempo, en Asia también se desarrollaron grandes imperios; entre ellos, el mongol, considerado uno de los más poderosos de todos los tiempos.

Los orígenes del Imperio mongol se encuentran en Mongolia, región del centro de Asia, donde los jefes de las tribus se distinguieron por su violencia y heroicidad guerrera. Estas tribus se denominaban khanes, y el jefe de varios khanes fue el Gran Khan.

Mientras en Europa y Asia los intercambios y los choques militares y culturales ocurrían frecuentemente, en África se desarrollaron tres grandes imperios: Ghana sudanesa, Mali y Songhai (en los siglos VII a XVI)